En una pequeña población, había una floristería que no lograba atraer muchos clientes aunque sus arreglos florales eran hermosos. Al lado, había una panadería artesanal que se esforzaba por hacer el mejor pan y competía con grandes panaderías con grandes dificultades.
A Cristina, la de las flores, le apasionaban las plantas, fue su hobby desde pequeña… pero no tenía mucho talento para los negocios. Por su parte, Jesus, el panadero, era un artesano experto, era tímido y tenia hasta miedo de promocionar sus productos.
Un día, mientras Cris estaba arreglando sus flores, se dio cuenta de que muchos de sus posibles clientes pasaban frente a su tienda sin detenerse. Entonces, tuvo una idea. Fue a visitar a Jesus y le propuso unirse, lo cual le sorprendió pues no entendía como podían ayudarse uno al otro.
“Jesus”, le dijo Cristina, “haces los mejores panes del pueblo, pero a veces la gente no los encuentra. ¿Qué tal si creamos algo especial? Unamos nuestros productos, un ramo de flores y una hogaza de pan recién horneado bien presentado y a un precio muy atractivo”.
A Pedro le encantó la idea. Pensó que era una excelente forma de llegar a nuevos clientes y de potenciar sus ventas. Así que ambos se pusieron manos a la obra. Crearon ese paquete especial que llamaron “El regalo perfecto” y comenzaron a ofrecerlo en sus respectivas tiendas.
Al principio, no vendían mucho, pero poco a poco, la gente comenzó a pasar de una tienda a la otra para adquirirlo pero al mismo tiempo llevaban otros productos y los clientes de ambos comenzaron a aumentar.
Gracias a su colaboración, Cris y Jesus aumentaron sus ventas, crearon una relación de amistad y confianza que les llevó a diseñar nuevos productos. Se dieron cuenta de que trabajando juntos podían lograr mucho más de lo que habían logrado cada uno por su lado.
Esta breve historia nos muestra y enseña que la cooperación y la colaboración son claves para alcanzar la abundancia. Al unir fuerzas, hacer alianzas, compartir conocimientos y recursos, podemos crear sinergias que benefician a todos.
Hemos escuchado hablar de la mentalidad de abundancia y escasez, pero ¿cómo se traducen estos conceptos en el mundo empresarial?
Varios autores han hecho referencia a estos conceptos y los han relacionado con la vida personal como profesional. Stephen Covey en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, El poder del ahora de Eckhart Tolle, Piense y hágase rico de Napoleón Hill y El monje que vendió su Ferrari de Robin Sharma son algunos de ellos.
Antes de continuar definamos los dos términos:
Escacez:
- Se basa en la idea de que los recursos son limitados y que para ganar, alguien tiene que perder. Genera competencia, envidia y una visión limitada de las posibilidades.
Abundancia:
- Parte de la creencia de que hay suficiente para todos y que el éxito de uno no impide el éxito de otros. Fomenta la cooperación, la creatividad y una visión más amplia del mundo.
La Escasez es un Obstáculo para el Éxito:
La Mentalidad de escasez se centra en la idea de que los recursos son limitados, que son finitos, que terminarán en cualquier momento y esto crea la falsa idea de que para ganar, alguien tiene que perder.
Esta mentalidad se genera por miedo a la competencia, esto limita la colaboración. Vemos a todos como enemigos de nuestro éxito. Tenemos Dificultades para tomar riesgos puesto que permanentemente pensamos que vamos a perder algo lo cual limita las oportunidades. Se crean entornos y culturas donde algo falta y esto limita las capacidades de los equipos de trabajo lo que se traduce en menor productividad y eficiencia.
¿Qué pasa con la abundancia?
Cuando tenemos mentalidad de abundancia nuestros actos son de colaboración, en lugar de competir, buscamos el beneficio mutuo. Se ven más oportunidades y se está dispuesto a explorar nuevas ideas, permitimos así la innovación dentro de nuestros consultorios y empresas, somos más abiertos, hay más satisfacción personal por los logros conjuntos y somos más felices. La abundancia va más allá de tener bienes materiales, se trata de una mentalidad que permite valorar las pequeñas cosas, reconocer la riqueza que ya existe en nuestra vida y que no es propiamente económica, contribuir al bienestar de los demás y crear un impacto positivo en el mundo, compartir lo que se tiene y lo que se somos, continuar aprendiendo y desarrollándose a nivel personal y profesional, crecer constantemente, cultivar relaciones auténticas y significativas con conocidos y en ocasiones con nuevos contactos, esto al final, hace que nuestro círculo de influencia crezca y se expanda cada día.
La importancia de cambiar de mentalidad
Encontrar nuevas oportunidades y soluciones solo es posible cuando se intercambia conocimiento, cuando nos abrimos a nuevas relaciones y prestamos apoyo o ayudamos a alguien. La colaboración y la confianza que creamos en torno a las relaciones saludables y duraderas nos permite crecer mutuamente. Una mentalidad abundante nos impulsa a tomar acción y a perseguir nuestros sueños.
Beneficios de la Abundancia:
Cuando hay mentalidad de abundancia se fomenta la innovación, si creemos que las oportunidades son infinitas estamos más dispuestos a explorar nuevas ideas por tanto seremos más innovadores y nos adaptaremos mejor a los cambios del mercado.
Si somos conscientes de que hay suficiente espacio para el éxito para todos, las personas y las empresas comienzan a construir relaciones más sólidas con sus clientes y proveedores. Esto genera confianza y lealtad a largo plazo y por lo tanto, mayor crecimiento. Se crea un ambiente de trabajo positivo y motivador. Los empleados se sienten valorados y empoderados, lo que aumenta su productividad y compromiso con la empresa. Las empresas con una cultura de abundancia son más deseadas, más atractivas para los mejores talentos. Las personas siempre quieren trabajar en un lugar donde se sientan valorados y donde haya oportunidades de crecimiento. En lugar de centrarse en la competencia, las empresas con una mentalidad de abundancia buscan crear un mercado más grande. Esto les permite identificar nuevas oportunidades de negocio y expandir su alcance.
Una mentalidad de abundancia en los negocios implica una visión positiva y expansiva, una búsqueda constante de oportunidades, una optimización de los recursos y una actitud de gratitud y generosidad. Al adoptar esta mentalidad, las empresas pueden atraer más oportunidades, construir relaciones sólidas y alcanzar un mayor éxito a largo plazo. La abundancia no es solo una actitud, es una estrategia de crecimiento. Al cultivar una mentalidad de abundancia, podemos desbloquear todo nuestro potencial, construir relaciones sólidas y crear un impacto positivo en el mundo.
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